Becarios Endesa 11
8 marzo – 5 mayo 2013
Exposición de las obras cedidas al Museo de Teruel y a la Fundación Endesa por la concesión de las Becas Endesa. Corresponde a los cinco artistas seleccionados en la undécima convocatoria (2009-2011). Se incluyen instalaciones de Maider López (San Sebastián, 1975); pinturas de Tatiana Medal (A Coruña, 1971) y Teresa Moro (Madrid, 1970); y fotografías de Manuel Sonseca (Madrid, 1952) y Mayte Vieta (Blanes, Girona, 1971).
Maider López es creadora de instalaciones colectivas. Sus intervenciones provocan un notable impacto visual y en la mayoría de ellas el proceso es más importante que la obra en sí. Así ocurre en su proyecto Polder cup,desarrollado en 2010 en Holanda y del que aquí se nos ofrece una serie de fotografías y vídeo. Polder Cup es un campeonato de fútbol en los pólderes. Los campos, dispuestos de manera que el agua interfiere con ellos, nos advierten de la necesidad de inventar nuevas estrategias y adaptar las reglas para adecuarse a la nueva situación. Campos de fútbol llenos de obstáculos que ofrecen un nuevo uso del lugar, una nueva reestructuración del paisaje, invitándonos a jugar, al tiempo que el juego se ve dificultado por las interferencias del agua. Busca Maider López un espectador más comprometido y que se involucre en sus propuestas de nuevos usos para los espacios públicos.
Tatiana Medal practica una pintura muy singular, un camino personal, en la que el uso de la línea y el color tienen todo el protagonismo. A través de un peculiar uso de los colores primarios (amarillo, rojo y azul) consigue representar el espacio y mostrarnos paisajes y pensamientos. Sus cuadros, sus series, nos ofrecen pinturas que requieren una cuidada ejecución en las que el interior y el exterior se unen, en los que la idea de dentro y fuera resulta prescindible. En las obras que nos presenta sucede igual que con Maider López: es esencial para ambas conocer a fondo los medios, los procesos técnicos necesarios para alcanzar unos resultados acordes con su propuesta estética.
Teresa Moro nos ofrece una nueva entrega de lo que es ya una inquietud permanente en su pintura: representar la realidad a través de un determinado mobiliario. A partir de un modelo fotográfico específico, la artista nos propone escenarios y espacios cotidianos minuciosamente escogidos que invitan, a través de objetos como mesas y sillas, al diálogo entre el espectador y la obra. Son obras despobladas de toda presencia humana, en las que la disposición de los muebles y el uso de gamas cromáticas muy uniformes, con algunos golpes de color muy matizados, logran crear una atmósfera fascinante, extraña, de intensas resonancias alegóricas a propósito de lugares como los stands de las ferias de arte. El mobiliario aparece así tratado como una suerte de moderno bodegón, de naturaleza muerta que sería metáfora de vida detenida o en suspenso.
Manuel Sonseca es un fotógrafo a tener muy en cuenta en cualquier inventario de poetas con cámara. Sus imágenes sobre ciudades fascinan por su singularidad, por su lirismo, por su pulsión narrativa. Aquí se nos ofrece una espléndida serie de instantáneas sobre Lisboa que brindan otra mirada sobre el paisaje urbano y las gentes que lo pueblan. Son fotografías que nunca provocan indiferencia porque siempre tienen algo que decirnos acerca de una urbe que parece estar fuera del tiempo.
Mayte Vieta consigue hacernos cómplices del mundo simbólico y temático en el que desarrolla su trabajo artístico. Son obras fotográficas que ofrecen perspectivas poco convencionales acerca del ser humano y de su entorno más inmediato. Por un lado, su lenguaje plástico nos hace partícipes de una nueva forma de entender la representación del cuerpo humano desnudo. El reto, conseguido, es mostrarnos cómo captar la movilidad corporal en un medio ingrávido, vacío y silencioso. La otra aventura estética consiste en transmitirnos la complicidad, el tránsito de vida, que ofrecen aquellos lugares y espacios que conforman su hábitat cotidiano.