El umbral del edificio renacentista que alberga el Museo de Teruel ha sido atravesado durante más de 400 años por generaciones de turolenses para acceder, sucesivamente, a la sede de la Comunidad de Teruel (institución que acogía a los representantes de las aldeas y la ciudad de Teruel), a la Diputación Provincial, al Instituto de Enseñanza Media, al Centro Republicano, a la sede del Frente de Juventudes, o a viviendas y comercios instalados en él.
Desde 1987 los visitantes acceden al contacto directo con la historia del territorio turolense, a través de espacios que, a lo largo de sus seis plantas, muestran el proceso de evolución y las características culturales de las sociedades que habitaron el territorio turolense (desde el Paleolítico hasta la actualidad), a través de testimonios materiales reales, utilizados por mujeres y hombres de comunidades ya desaparecidas que desarrollaron su actividad en un marco geográfico diverso, adaptando sus conocimientos técnicos y su tradición cultural a unas condiciones ambientales y económicas cambiantes, proceso que junto a los influjos del contacto con otras culturas y otras gentes, configuraron la peculiaridad de la historia de las tierras del sur de Aragón.
Además de las salas permanentes, pueden visitarse habitualmente exposiciones temporales que permiten conocer las propuestas creativas contemporáneas, revisar los principales movimientos artísticos del siglo XX o ampliar el conocimiento sobre las tradiciones culturales.