La ampliación del Museo de Teruel se prevé mediante la incorporación del Palacio del Marqués de Tosos y varios solares circundantes. Este edificio construido en el siglo XVII representa uno de los escasos ejemplos de casa palaciega existentes en la ciudad de Teruel. Presenta una portada en piedra, de composición clásica muy sencilla, con escudo sobre el vano. La parte más interesante de las fachadas es su remate con un friso de arquillos típicos de la arquitectura aragonesa, bajo un magnífico alero de madera con decoración de ménsulas y florones. El interior está estructurado en tres plantas; se accede a través de un patio con pavimento de canto rodado de donde parte la notable escalera, con columnas de madera policromada de estilo corintio.
La casa-palacio del Marqués de Tosos está catalogada como edificio de “valor singular” por el Plan Especial de Reforma del Casco Histórico, y fue declarada en 2005 Bien de Interés Cultural.
Entre los dos edificios históricos, Casa de la Comunidad y Palacio del Marques de Tosos, se proyecta la nueva edificación que albergará las salas de arte contemporáneo y las salas de exposiciones temporales. Se estructura en cuatro plantas, dos de ellas sótanos, con una superficie total de 2.200 metros cuadrados.
El edificio se comunica con el palacio del Marqués de Tosos en tres de sus alturas, permitiendo así una visita integrada; la conexión con la Casa de la Comunidad se realiza en dos puntos: en el sótano y en la última planta, lo que facilita la comunicación y circulación ordenada, además de la posibilidad de acceder a las terrazas del nuevo edificio.
El diseño interior plantea una solución espacial de gran riqueza visual, con una extraordinaria iluminación natural. Las salas resultantes, de grandes dimensiones, presentan una distribución de muros y apoyos que permiten la entrada de luz hasta el sótano, con efectos cambiantes a lo largo del día, y un resultado altamente poético y sugerente. Al exterior, los lucernarios proyectados se formalizan en elementos emergentes a modo de torres, creando una imagen urbana que otorga un fuerte carácter al nuevo conjunto museístico, tanto en el tratamiento de las salas interiores como en la envolvente exterior.