Cantimplora de plata sobredorada, con decoración grabada a cincel y finas líneas de nielado de plata y plomo. Posiblemente, fue realizada en un taller de Toledo. Cuenta con dos asas semicirculares, adornadas con sogueado y dos figuras de animales estilizados que se unían a una cadenilla. Ambas caras presentan motivos de hojas trifoliadas, de las que parten tallos, formando un círculo relleno por una flor de lis. Se añade al anverso una pareja de onagros o asnos salvajes, afrontados y con la cabeza vuelta. En la base del pie, dos pavos reales con sus colas levantadas están picando una flor.
De gran valor para el conocimiento histórico de la taifa de Albarracín, la inscripción grabada en su lomo indica que esta singular pieza fue encargada por Abd al-Malik ibn Jalaf, el segundo soberano independiente y más poderoso. Fue un regalo a su esposa Zahr, mencionada con el título sayyida, referido a las favoritas y madres del heredero al trono. La dedicatoria dice: “Bendición perenne, bienestar general, prosperidad continua, posición elevada, honor, atención, ayuda divina y recta dirección (hacia el bien y la equidad) para la señora más excelente, Zahr, esposa del hayib Mu´ayyid al-Dawla Abd al malik b. Jalaf, que Dios le ayude”.