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Exposición “Pablo Serrano: Las huellas del caminante”
4 marzo, 2009

Del 4 de marzo al 13 de abril de 2009
El Museo de Teruel inaugura el próximo miércoles día 4 de marzo, y a las 20 horas, la exposición “Pablo Serrano: Las huellas del caminante”. La muestra permitirá contemplar un total de 32 esculturas, 9 dibujos y 5 cuadernos, todo ello acompañado por una proyección audiovisual y paneles con la biografía del artista. Con esta exposición, organizada por la Obra Social y Cultural de Ibercaja en colaboración con el Gobierno de Aragón, el Museo Pablo Serrano y el Museo de Teruel, se pretende conmemorar el centenario del nacimiento del creador turolense y reivindicar la valía de la obra de un gran escultor que debe figurar como una referencia ineludible y destacada en cualquier balance artístico del siglo XX.
Pablo Serrano (Crivillén, 1908 – Madrid, 1985) fue uno de los artistas españoles más relevantes de la segunda mitad del pasado siglo. El escultor turolense adquirió una enorme dimensión, reforzada por su compromiso con el arte y la sociedad española. Miembro fundador del Grupo El Paso, fue también uno de los artistas más activos en expresar públicamente su opinión sobre la situación política del momento.
“Pablo Serrano: Las huellas del caminante”, permanecerá en las salas de exposiciones temporales del Museo de Teruel hasta el día 13 de abril.
SINTESIS DE UNA LARGA TRAYECTORIA ARTISTICA
La exposición “Pablo Serrano: Las huellas del caminante” se plantea como un recorrido que ayuda a comprender el trabajo, complejo pero inusitado, de la obra de Serrano. Estructurada cronológicamente, la exposición permite recorrer la larga y fructífera trayectoria artística de nuestro paisano.
Se abre con la obra “Hombre andando por la playa” de 1953, la única que inicialmente recuperó el escultor de sus trabajos en Uruguay. Simboliza la voluntad de iniciar un camino nuevo y, en esta exposición, el inicio del descubrimiento de sus “huellas” por el camino artístico. El primer bloque agrupa trabajos realizados entre 1956 y 1959 en España. Son esculturas y dibujos pertenecientes a las series: “Hierros encontrados”, “Ordenación del caos”. Un segundo bloque sería la “Quema del objeto” y “Ritmos en el espacio”.
El tercer bloque agrupa bronces y algunos dibujos, piezas realizadas entre 1962 y 1976 de las series “Bóvedas para el hombre”, (con las que representa a España en la Bienal de Venecia de 1962), “Hombres bóveda” y “Hombres con puerta”.
Las “Unidades yunta” comprenden el cuarto bloque, compuesto por dibujos y por esculturas de bronce y de mármol y las “Lumínicas”.
En el quinto bloque se inician las referencias figurativas que el escultor alternó con las obras abstractas durante toda su carrera. Las piezas más interesantes son las interpretaciones al retrato que realizó para retratar a amigos como Machado o como homenaje a personajes admirados. En esta sección se podrán admirar 6 retratos: Aranguren, Gaya Nuño, Alberto Portera, Michel Tapié, Westherdal y el retrato monumental de Antonio Machado.
UN ARAGONES UNIVERSAL
Pablo Serrano Aguilar nació en Crivillén (Teruel) en 1908 y falleció en Madrid en 1985. Fue un escultor que irrumpió en el panorama artístico español en el año 1955 aportando experiencia, innovación y entusiasmo acumulados en su larga estancia en Argentina y Uruguay. En aquel año participaría, como representante de Uruguay, en la III Bienal Hispanoamericana de Arte, donde obtiene, junto con Ángel Ferrant, el Gran Premio de Escultura. Por aquel entonces Serrano atesora ya una acreditada labor creativa como escultor forjada tanto en Barcelona (hasta 1929), como posteriormente en Rosario de Santa Fe (Argentina) o en Montevideo. Allí se labraría un reconocimiento generalizado a partir de los numerosos premios obtenidos y de la realización de encargos de notable importancia (bajorrelieves para el edificio ANDA, Puertas del Salón principal del Palacio de La Luz, entre otros). Allí formará parte de la Agrupación Paul Cezanne y conocerá a Joaquín Torres García antes del fallecimiento de éste en Uruguay. Unas y otras actividades permiten que Serrano sea ya, en aquel 1955, un artista maduro, con mucho oficio, imbuido del conocimiento y la práctica del arte contemporáneo, con experiencia internacional ya
que ha representado a Uruguay en el concurso internacional de Londres con el boceto del Monumento al prisionero político desconocido y con unas ganas tremendas de encontrar un pretexto para regresar a España.
En nuestro país se encuentra con un panorama político, social y cultural marcado por el franquismo (una coyuntura muy diferente a lo vivido en Uruguay, un país que en 1955 tenía ya una larga tradición democrática). Sin embargo, Serrano no ceja en su entusiasmo emprendedor, viaja por Europa junto con José María Moreno Galván y Juana Francés, complentando su formación, ya considerable por esas fechas e impregnándose de ese espíritu de ruptura e inconformismo que siempre lo caracterizó.
La obra de Pablo Serrano fue siempre fiel a ese espíritu. Comprometiéndose, en primer lugar, con un movimiento que significará una revolución en la historia del arte español (porque eso representa hoy la exposición del Grupo El Paso en la Galería Bucholz de Madrid en 1957), y apostando por un trabajo constante de búsqueda de renovación y compromiso. Quizá sea esa singular peculiaridad de sus esculturas la que impulsara el eclecticismo y la complejidad de su obra, posibilitado por el dominio de los materiales de trabajo y el oficio adquirido en muchos años de aprendizaje. Serrano, como atestigua esta exposición, fue un artista con una identidad propia que atravesó los años más intensos y trascendentes del arte español del siglo XX. Y que lo hizo siempre en vanguardia, incluso a la hora de abanderar la defensa de los derechos inviolables de los creadores.
UN CUIDADO CATALOGO
Como complemento a la exposición, se ha editado un excelente catálogo que no sólo documenta gráficamente la obra que se muestra, sino que recoge sugerentes y rigurosos textos a propósito de Pablo Serrano y su obra firmados por especialistas como Juan Manuel Bonet, María Luisa Cancela y Enrique Borruel. También participan su nieta Valeria Serrano Spadoni y se reproducen algunos escritos del propio Serrano. El volumen se completa con diferentes apartados dedicados a la biografía, bibliografía, relación de exposiciones y de museos que poseen obras del prestigioso escultor turolense.