Fernando Romero. Paisajes especulativos
21 marzo-19 mayo 2019
El Museo de Teruel celebra una nueva exposición con un pintor turolense, Fernando Romero, que recibió una de las becas para artes plásticas promovidas desde el Museo de Teruel en el año 2011. A partir de la concesión de la beca surge una relación continua con el Museo que se ha plasmado ahora en un proyecto expositivo de mayor envergadura vinculado a la idea del territorio.
El proyecto elaborado por la comisaria de la exposición, Nerea Ubieto, y Fernando Romero, pretende mostrar al público una exposición que habla sobre el paisaje a través de la visión del arte contemporáneo. Con una dimensión crítica y social, los paisajes de Fernando Romero nos hacen reflexionar sobre cómo determinados agentes especulativos transforman nuestro territorio, deshumanizándolo y obviando a las sociedades que lo habitan.
Nerea Ubieto, considera que «las obras reunidas en la exposición bajo el paraguas de Paisajes especulativos constituyen una continuación lógica del proyecto anterior de Romero, Paseo hasta la linde, con claras confluencias y remisiones a los presupuestos originarios. En el inicio de la nueva serie, Romero se aleja de una imagen mental o psicológica para centrarse en una programática, surgida a partir de las nuevas tecnologías, que repercute profundamente en el pensamiento y formas de vida de la sociedad actual. A partir del cuestionamiento de los prototipos digitales –renders– y su impacto en la sociedad, el artista se apropia de este tipo de representación y experimenta con las posibilidades de la imagen virtual. El procedimiento de trabajo simula un software, equiparando su producción a la de una máquina que construye imágenes de la nada con sistemas informáticos. La práctica frente al ordenador es una invención mecánica constante que se concreta en paisajes expansivos, surrealistas, descontrolados, en transición continua, como si tuvieran autonomía propia y se autogenerasen tentacularmente. En ellos reinan las perspectivas múltiples, los planos superpuestos, las líneas y los puntos de vista movedizos. Su desarrollo no atiende a razones específicas ni funcionalidades concretas, solo responde a la lógica constructiva del ordenador, especulando mediante sus propios mecanismos de datos y generando formas de manera tan orgánica como estandarizada.
Estos paisajes han dejado de situarse en la periferia de la ciudad o del mundo conocido, y ahora ocupan el espacio interestelar: los límites se han desplazado más allá de lo humano, para adentrarse en un mundo maquinal en el que se ha perdido cualquier tipo de ley objetiva de la representación a favor de la falta de fundamentos conocidos. Fernando Romero propone alternativas espacio-temporales en las que no existe un anclaje fijo. Las construcciones podrían estar flotando en asteroides, evolucionando sin direccionalidad y manifestando errores debido a una operación numérica defectuosa. El artista establece un supuesto diálogo con la máquina para la emergencia de una nueva dimensión de futuro vaticinando las nuevas colonizaciones desde la tierra.»
Fernando Romero (Teruel, 1983), vive y trabaja en Madrid.
Tras una estancia en la École Supérieure des Beaux-Arts de Bordeaux, se licenció en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia y posteriormente cursó el Master de Producción Artística en la misma Universidad (2007). Ha recibido diversos reconocimientos entre los que cabe destacar el 2º Premio de Pintura Joven IberCaja, el Accésit del Premio Santa Isabel de Portugal (2017), Premio BMW de Pintura a la Innovación (2014), la Beca Diputación de Teruel para Artistas Turolenses (2011), 3º Premio Arte Joven del Instituto Aragonés de la Juventud y el Accésit del Premio de Pintura Delegación del Gobierno en Aragón (2009). Recientemente y dentro de su labor curatorial, recibió la Beca de Comisariado Etopia: Centro de Arte y Tecnología (2018), otorgada por la Fundación Zaragoza Ciudad del Conocimiento junto al colectivo D11 al que pertenece.
Ha realizado varias exposiciones individuales, siendo las más destacables: Paseo hasta la linde, en la Galería A del Arte de Zaragoza (2016); Motionless en Foyer VM 2 Comisión Europea en Bruselas (2011); Instantes fugaces en el Patio de la Infanta en Zaragoza (2010) y Convivencias en Sala de Exposiciones de la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza (2008).
Actualmente se encuentra en pleno proceso de investigación plástica, estableciendo diálogos entre la pintura y la imagen computacional empleada para la representación y simulación espacial con carácter especulativo. Asimismo, continua su actividad curatorial con el colectivo D11 e imparte docencia en la Escuela Superior de Diseño de Madrid.